COMO APOYAR EN EL SUFRIMIENTO DE LA DEPRESIÓN: PAUTAS PARA FAMILIARES
Convivir con una persona que padece una depresión no es fácil. El profundo sufrimiento que transmite hace que sus familiares y amigos padezcan por ella y no sepan qué hacer. La familia también necesita aprender a adaptarse y ser escuchada, pues en muchos casos la sensación de desaliento también les invade a ellos.
Quienes sufren estados depresivos tienden a verse a sí mismos y a los demás desde una óptica negativa. A menudo tienden a cerrarse y a ver especialmente aquello que les resulta desagradable de sí mismos y de quienes le rodean. No siempre agradecen la ayuda que se les brinda e incluso a veces pueden mostrarse todavía más frustrados e irritados cuando alguien intenta acercarse a ellos. Estas personas suelen tener sentimientos de que nadie es capaz de comprenderles en su sufrimiento.
La depresión actúa como unas gafas de aumento, destacando todos los problemas de la familia. Lo que antes eran pequeños temas de preocupación pueden agravarse y salen a relucir las dinámicas negativas que mantiene la familia. No solo se deteriora la relación con la persona enferma sino que es fácil que la tensión incremente los roces y las discusiones entre los miembros del grupo familiar.
Entender la depresión
Los síntomas de la depresión pueden ser difíciles de tolerar para la familia. El retraimiento, la fatiga, el desinterés y la apatía sexual pueden ser interpretados como falta de amor o compromiso. La relación de pareja se resiente especialmente, pues la persona deprimida suele sentir que su capacidad de amar y ser amada está bloqueada.
Los hijos por otra parte, pueden presentar problemas escolares o de expresión a causa d e la carencia que les supone que uno de sus cuidadores esté deprimido. A veces, pueden sentirse culpables y no merecedores de amor y de no despertar la suficiente atención que necesitan.
Los familiares pueden necesitar psicoeducación para poder calibrar si la ayuda que intentan ofrecer es adecuada. En algunos casos se sobreprotege a la persona enferma haciéndolo todo por ella. Una ayuda tan ilimitada no es sana, la persona puede sentirse infantilizada o creer que ya no sirve para nada. Por otra parte, un ambiente crítico puede ser devastador para alguien tan sensible a las críticas y con tan baja autoestima.
Cuando existen claros problemas familiares es conveniente realizar una terapia familiar.
Lo que se ha de procurar hacer
- Adquirir psicoeducación mediante asistencia psicológica, lecturas adecuadas y/o grupos de apoyo.
- Tomarse un tiempo para uno mismo, estar un buen rato al día si es posible, sin el familiar deprimido para despejarse y atender las necesidades propias.
- Hallar un punto de equilibrio en el grado de protección.
- Aprender a darse cuenta de las propias limitaciones. Evitar quemarse, no intentar llevar la carga de todo.
- Aceptar los sentimientos negativos de enfado o irritación.
- Comunicar con claridad y simplicidad lo que piensan o sienten sin intentar esconder nada.
- Compartir con otras personas sus sensaciones y sentimientos.
Lo que se ha de evitar
- Dejar que la depresión domine la vida familiar.
- Brindar un apoyo excesivo solucionándoselo todo.
- Tomar lo que dice la persona deprimida de forma excesivamente literal.
- Estar siempre a punto para satisfacer sus demandas.
- Las críticas innecesarias.
- Suprimir completamente el apoyo dejándole de lado.
Si crees que podemos ayudarte, contacta con nosotras llamando al teléfono 606 427 236 o escríbenos un email a info@humanapsicologia.com
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