RELACIONES DE PAREJA Y SINCERIDAD

Comunicar lo que sentimos es indispensable para crear  una relación de pareja estable y duradera.

La espontaneidad es un ingrediente necesario para el buen funcionamiento de la relación de pareja. Soltar poco a poco la máscara de los roles y las buenas formas nos ayuda a afrontar mejor los conflictos y a disfrutar más del día a día en pareja. Pero el miedo a hacerlo mal, la presión para actuar de determinada manera o unas costumbres o valores poco flexibles pueden entorpecer la espontaneidad. Para superar estas dificultades, es necesario esforzarse en mejorar el conocimiento de uno mismo y la capacidad de mostrarse.

Es necesario aprender a escucharse para saber cómo somos  y como estamos. Puede ser útil escribir un diario de nuestro mundo interno,  o preguntarnos a menudo: “¿Qué estoy sintiendo?” o ¿Qué quiero – o necesito- en este momento?

Saber comunicar

A medida que vamos identificando como nos sentimos  y pensamos, tenemos que saber transmitirlo. Se trata de transformar con palabras, gestos o acciones aquello que forma parte de nuestra realidad del momento. Por ejemplo, hacer desaparecer una sonrisa si nos damos cuenta de que interiormente estamos tristes  o poner más atención en una conversación si notamos que no estamos escuchando.

Hay que advertir el peligro  que supone confundir espontaneidad con impulsividad, falta de delicadeza o crueldad gratuita. La espontaneidad es una cualidad valiosa que nos hace personas más sinceras y auténticas. Pero tiene que ir acompañada de respeto y responsabilidad. No vale expresar lo primero  que se nos ocurre y herir impunemente al otro. En  resumen, para ser nosotros mismos ante la pareja, tenemos que ser conscientes de lo que nos pasa por dentro y aprender a mostrarlo hacia fuera.